sufría mucho porque al enfocarte sólo en lo de afuera te olvidas de lo más importante: escuchar tu interior.



Por Antonia Moragues Figuerola.

Nos pasamos la vida enfocados en lo de afuera. Intentando llenar el tiempo, sintiéndonos culpables si estamos sin hacer nada. Nos enfocamos en el “hacer”. Como si fuéramos unas maquinitas que no pueden dejar de funcionar.

Yo antes era así también, y sufría mucho porque al enfocarte sólo en lo de afuera te olvidas de lo más importante: escuchar tu interior.

Al no sentirme feliz empecé a intentar descubrir cuál era el motivo por el cual no me sentía llena ni completa. Al descubrir la meditación y el yoga empecé a saber parar, a saber escuchar incluso mi respiración. ¿Cuánto tiempo hacía que no tomaba consciencia de ella? Al hacerlo volví a conectar con mi ser, con mi esencia. Sólo cuando estamos en calma con nosotros mismos somos capaces de escucharnos.

El hacer cosas todo el tiempo, el no saber parar, el planificar en exceso, el llenar siempre la agenda no es signo de éxito y felicidad. De hecho, creo que es una forma de huir de nosotros mismos, como si tuviéramos miedo de estar a solas y descubrir nuestras sombras.

Hay gente que le teme a la soledad, le provoca angustia. Yo creo que es el mejor momento para conectar realmente con nuestro ser, para parar y pensar si realmente estamos conduciendo nuestras vidas hacia donde deseamos.

El sentirnos en una vida sin sentido provoca parar, respirar, escucharnos. 


Dedícate tiempo a conectar con tu interior, pregúntate si es eso lo que realmente deseas en tu vida: ya sea ese trabajo, ese grupo de amigos o lo que sea. 
Suelta todo aquello que no te haga feliz. Déjalo ir. 
A veces tienen que salir cosas para que puedan entrar otras mejores. 
Ten confianza en soltar lo que no te sume en tu vida. Para eso deberás escucharte.

© Autor del escrito: Gabriela Rodríguez
Fuente: Mindalia ← dentro esta el articulo.
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